La tarde de este domingo, se celebró en la Catedral de La Laguna, la apertura diocesana del Año de la Vida Consagrada.
La Eucaristía fue presidida por nuestro Obispo D. Bernardo Álvarez, quien recordó el valor precioso de la Vida Consagrada y la riqueza que supone para toda la Iglesia.
Citando al Papa Francisco, animó a todos los consagrados presente en la Diócesis, a mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza.
Una invitación a todos los consagrados a reavivar el gozo y la gratitud por el don de la vocación recibida.
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